Sobre reyes y espadas
En la Última Alianza
Elendil quebró la espada
y dicen las malas lenguas
que alguna vez le pasaba
Que miró a Sauron perplejo
cubierto por gran sonrojo
y le dijo, de verdad, no lo entiendo
¿qué ha pasado con mi mojo?
Y Sauron despechado
entró en cólera insatisfecha
¿acaso es que no soy digno
de una espada firme y derecha?
Y Elendil avergonzado
sólo podía balbucear
que no eres tú, que soy yo
que esto no da para más.
Y creo que a nadie sorprende
que la ira de Sauron fue grande
nada hay peor, ya lo sabemos,
que tu cita te deje con hambre.
Despachó a Elendil con furia
pidiendo la cuenta por separado
y le puso ojitos al hijo
a ver si le hacía el apaño
Y aunque la cosa ya lo sabemos
no es que fuera esplendorosa
algo de juego le dio Isildur
aunque a media asta, poca historia
Ni el teléfono le dejó el tipo
y saqueó un anillo importante
escarceos como estos, un timo
qué difícil ponen solazarse.
Sauron frustrado y dolido
burlado por un gigoló ladrón
prefirió irse de retiro
hasta encontrar alguna solución.
Y he aquí que un día en la palantir
le aparece un mocetón muy guapo y alto
con la espada bien puesta y a tono
y a Sauron le puso dientes largos.
Y así con años de abstinencia
Sauron se dispuso a darlo todo
que no olvidaba aún a Elendil
y su acero quebrado y fofo
"Más vale, Aragorn" dijo Sauron
"que sepas manejar eso tan firme
que son muchos años esperando
y contigo voy a resarcirme."
Y dicen que cuando salió de la tienda
Aragorn salió demacrado
pero es que Sauron tenía tiempo
para hacerle un listado detallado
Y por más montaraz del norte
tipo recio y entrenado
no se veía con fuerzas
para lo que Sauron tenía pensado.
Por suerte tuvo refuerzos
de dos hobbits procelosos
que por detrás echaron el resto
y dejaron a Sauron hecho polvo.
Y Aragorn se envainó la espada
esperando a Arwen con impaciencia
que en Rivendel y Lorien ya se decía
que esa espada siempre estaba presta.
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