El romance de Sméagol y Gollum

Si viven dos en la mente

no cuenta como onanismo

Gollum y Sméagol, ¡qué par!

pasión como ésa nunca se ha visto.


Sméagol y Déagol vivían

en un gran idilio constante

pasaban sus tardes midiendo

quién la tenía más grande (las ideas)


Sembraban el mal por la zona

siempre a pequeña escala

que podrían tener mala leche

pero ante todo mandan las tallas.


Y todos conocen la historia

de cómo su idilio cambió

cuando aquel fatídico día

Déagol en el río buceó.


Si viven dos en la mente

no cuenta como onanismo

Gollum y Sméagol, ¡qué par!

pasión como ésa nunca se ha visto.


Déagol encontró un tesoro

una pequeña fruslería

y acabaron los dos discutiendo

por un trozo de bisutería.


Y por un quítame allá esas pajas

Déagol fue en plan literal

y a Sméagol no le hizo gracia

y de Déagol... no se supo más.


Y Sméagol huyó a las montañas

y allá se metió en lo profundo

pero si hay ganas, hay ganas

y aquel anillo se le insinuaba, estaba seguro.


Si viven dos en la mente

no cuenta como onanismo

Gollum y Sméagol, ¡qué par!

pasión como ésa nunca se ha visto.


Ay qué pasión desbocada

descubrió Sméagol con su anillo

que por lo visto encogía y menguaba

según dónde se lo pusiera el muy pillo


Pero Sméagol era amante torpe

y el anillo añoraba a su creador

que si alguien tenía que calzárselo

mejor que lo hiciera Saurón.


Y el anillo, que hablaba poco

no motivaba especialmente a Sméagol

y así fue que Gollum saltó al escenario

a poner voz sensual al silencioso anillo.


Si viven dos en la mente

no cuenta como onanismo

Gollum y Sméagol, ¡qué par!

pasión como ésa nunca se ha visto.


Y así el anillo, hastiado

con un amante que no le entendía

se abandonó cual triste jubilado

y se dejó caer en cualquier esquina


Y allí se lo encontró Bilbo

que no sabía de qué iba la vaina

porque creedme, si lo hubiera sabido

lo habría cogido con guantes, lejía y escafandra.


Y el resto, como dicen es historia

el anillo conoció aún un par de idilios

pero si hay que hablar de rolletes duraderos

sin duda el de Gollum, Sméagol y el Anillo.


Si viven dos en la mente

no cuenta como onanismo

Gollum y Sméagol, ¡qué par!

pasión como ésa nunca se ha visto.


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