El idilio del Puente de Moria
-¡No puedes pasar!-dijo Gandalf
sobre el puente mirando al Balrog
-pues nunca te quejaste de nada
cuando en la ainulindalë "cantábamos"
La respuesta del maiar de fuego
dejó al istari sonrojado
que se removió un poco inquieto
recordando deslices pasados
"No me vengas ahora con esas
que tengo aquí delante a la family"
y no estoy para cenita y velas
ni para tener finales "happys"
Extendió el Balrog las alas
para rodearle con un abrazo
y Gandalf se sacó... la espada
porque no estaba para arrumacos
Nostálgico movió el látigo
ay qué tiempos tan ardientes
y ahora con sus amigos
se hace el digno, no quiere ni verme
Pero la pasión arrolladora
de un balrog despechado
no es cosa de tomarse a broma
como en Gondolin comprobaron
Y es que por muchas calabazas
que Gandalf le hubiera dado
si un balrog te pone en su diana
ya te puedes dar por... por amado
Y ni siquiera quebrando el puente
perdió la esperanza el balrog enamorado
por eso, al caer de repente
le agarró con fuerza y le llevó para abajo
Porque tal vez cuando nadie miraba
los recuerdos volverían más claros
que a nadie le amarga un dulce
y de piedra sólo son los enanos
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